Establece normas y principios para la protección de los neuroderechos, definidos como derechos fundamentales vinculados al cerebro y al sistema nervioso humano, tales como la integridad cerebral, la privacidad neurológica, la libertad e igualdad cognitivas y la autonomía mental. Prohíbe intervenciones, monitoreo, manipulación y uso de datos cerebrales sin consentimiento expreso, incluso en contextos de investigación o uso comercial. Aunque no se menciona explícitamente inteligencia artificial, existe una relación directa con la IA pues muchas tecnologías capaces de leer, procesar o influir en la actividad cerebral requieren IA para su funcionamiento, especialmente en tareas de interpretación, predicción o control de datos neurológicos. [Parafraseo a partir del Portugués] (Projeto de Lei 2174, 2023)